EL MAL DE CORCIRA de Lorenzo Silva, es una novela profunda, meditada, muy pensada y muy fundamentada. Lorenzo Silva, o su alter ego el subteniente Vila, lleva en paralelo; la investigación de un crimen en las fascinantes islas de Ibiza y Formentera y en sus recuerdos de hace 25 años, en un Pais Vasco de los años de plomo, con sus bellezas y su tragedia.
Para un lector de la misma edad de Vila o Silva, nacido en el 66, es una delicia, encontrar referencias de su cultura pop, la música, los libros; como aquellas joyas literas juveniles de Julio Verne que me hicieron fotografiarme con el monumento dedicado a Julio Verne en Formentera, o pararme ante el homenaje a los corsarios, personajes míticos para los de aquellos tiempos, del puerto de Ibiza.
(Monumento a Julio Verne en la Mola, Formentera, año 2000, mencionado en el libro)
Vila analiza sin dogmas, como el mismo dice, la naturaleza humana, sus luces y sus sombras, capaz de entender al mal, manteniéndose impasible ante las situaciones mas difíciles, sin bajar nunca al terreno de las pasiones. Buscando siempre las referencias de los pensadores, que pudieron hacer a las personas actuar como actuaron.
Tucídides y la Guerra del Peloponeso, demuestra que miles de años después, la naturaleza humana ha cambiado en muy poco. Sólo leyendo a los que ya vivieron las cosas y supieron contarlas hace mucho, podríamos encontrar el remedio en el presente. El mal de Corcira, el mal de una guerra entre compatriotas.
Pocas veces un libro deja un vacío tan grande cuando se acaba, pero sin embargo abre un montón de puertas a nuevas lecturas y nuevos viajes.
