Las aventuras del ya Almirante Jack Aubrey y su amigo, el espía Maturín, les llevan en esta entrega al golfo de guinea. Podemos hacernos una idea de lo que fue el brutal tráfico de esclavos a principios del SXIX. Con el habitual cinismo british, se encargan de destruir todo ese comercio, pero a la vez cobrar el botín de las piezas.
Las aventuras de espionaje en un terreno tan exótico como Sierra Leona y la España de la Guerra de independencia,son apasionantes.
Como siempre O'Brian regalandonos los mejores momentos de lectura veraniega.
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